- Preste Mucha Atención a los Consejos de su Médico
Puede haber innumerables artículos en línea que indican lo que puede y no puede hacer, pero dado que el cirujano está directamente involucrado en la operación conoce muy bien su caso específico detalle por detalle. Es primordial escuchar las instrucciones y recomendaciones del profesional. Realice con frecuencia interconsultas al médico, ya que esto aliviará cualquier inquietud o problema posterior a la operación. Su médico le dará instrucciones específicas sobre qué medicamentos tomar y cuándo tomarlos, así como también cómo cuidar el área que se sometió a cirugía y prevenir infecciones.
- Descanse lo Suficiente
Es probable que no tenga muchas ganas de hacer nada después de su tratamiento de rinoplastia y eso no está para nada mal. Asegúrese de dormir lo suficiente cada noche (entre siete y ocho horas). El cuerpo utiliza abundante energía mientras trata de curarse a sí mismo. El descanso de una noche completa le da a su cuerpo el tiempo que tanto necesita para restaurar esa energía. Por lo general, no se aconseja volar después de la cirugía durante al menos la primera semana, ya que este tiempo es crucial para el descanso y la actividad sencilla.
- Coma Saludable
Lo último que desee después de la cirugía será consumir alimentos que puedan comprometer la capacidad del cuerpo para curarse adecuadamente. Una dieta bien balanceada le ayudará a acelerar el tiempo de recuperación. Durante el primer y segundo día después de la operación, deberá consumir alimentos blandos. Esto ayudará a prevenir el malestar estomacal a causa de la anestesia. Durante los próximos días, aún deberá comer alimentos blandos, ya que puede ser difícil y peligroso masticar alimentos duros. Alimentos como yogur, huevos revueltos, puré de papas, sopa de pollo, etc.
Los alimentos ricos en fibra deberán consumirse durante el período de recuperación, ya que ayudarán al sistema digestivo a promover el movimiento intestinal normal y, por lo tanto, a prevenir el estreñimiento. Los alimentos antiinflamatorios como las frutillas, los arándanos, el brócoli, los champiñones, las uvas, los tomates y el chocolate amargo ayudarán a reducir la inflamación, lo que permitirá que la herida cicatrice mucho más rápido y con mayor facilidad.
- Evite Sonarse la Nariz
Durante las primeras seis semanas, es probable que experimente algo de congestión. Esto se debe en esencia a la inflamación de los tejidos nasales. Intente no sonarse la nariz y, si es necesario, hable con su médico acerca de las opciones de tratamiento, como los aerosoles nasales a base de solución salina que ayudarán a eliminar la congestión y la acumulación de mucosidad. Por otro lado, es imprescindible evitar cualquier contacto físico directo con la nariz durante las primeras seis semanas, lo que incluye usar anteojos de sol, máscaras faciales e incluso rascarse la picazón. Hasta el más mínimo contacto puede causar lesiones. ¿Qué pasa si necesito estornudar? Los estornudos son inevitables y no se pueden controlar. En ese caso, trate de estornudar por la boca en lugar de por la nariz. Aunque esto no suena agradable, es mejor que dañar las frágiles fosas nasales y atenuar el tiempo de recuperación.
- Manténgase Fresco y Evite el Sol
Una ducha o un plato de sopa caliente pueden resultar bien en climas fríos, pero su nariz hinchada argumentaría lo contrario. El calor podrá causar más hinchazón, por lo que se recomienda una dieta de alimentos frescos y a temperatura ambiente. Las duchas tibias y mantenerse alejado del calor también traerán buenos resultados. La exposición al sol puede hacer que las cicatrices se oscurezcan y que aumenten las hinchazones, ya que su nariz estará más sensible después de la cirugía. Por lo tanto, en consecuencia deberá protegerse.
