Amigdalectomía

Qué es la Amigdalectomía ?

Las amígdalas son una parte importante de nuestro sistema inmunológico y se encuentran a ambos lados de la garganta, lo que permite que nuestro cuerpo combata los gérmenes y las bacterias.

Estos ganglios linfáticos, que ayudan a nuestro cuerpo a combatir infecciones, a veces se infectan ellas mismas. La infección llamada amigdalitis hace que las amígdalas se hinchen y se inflamen. En caso de recurrencia frecuente de la infección por amigdalitis, deberá acudir a un otorrinolaringólogo.

Los síntomas más comunes de la amigdalitis son fiebre, dolor de garganta al tragar e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. La infección podrá desaparecer por sí sola o con suplementos de antibióticos en la mayoría de los casos, aunque aquellas situaciones más graves y las infecciones recurrentes podrán quizás requerir una operación quirúrgica.

Quiénes Pueden Acceder a Una Amigdalectomía ?

La cirugía se realiza con mayor frecuencia en niños. Sin embargo, la cirugía de amigdalectomía se puede operar en cualquier persona que presente problemas con sus amígdalas y necesite cirugía. No todas las personas con amigdalitis una vez en la vida necesitan una amigdalectomía; la cirugía se vuelve obligatoria si hay amigdalitis recurrentes durante todo el año.

La cirugía de amigdalectomía tiene éxito en el tratamiento de la afección, así como de los ronquidos, la apnea del sueño, el sangrado y cánceres de las amígdalas.

Cómo se Realiza la Amigdalectomía ?

Su médico recomendará la amigdalectomía en los casos en que las amígdalas se agranden lo suficiente como para impedir la respiración, estén constantemente inflamadas, causen dificultad para tragar u otras complicaciones, como otitis media y sinusitis.

El procedimiento de amigdalectomía consiste en extirpar las amígdalas y detener el sangrado sin necesidad de ninguna incisión quirúrgica. La operación se realiza bajo anestesia general y se completa en un promedio de una hora. Se utilizan métodos de disección en frío, soldadura térmica, cauterización y radiofrecuencia para extirpar las amígdalas.

Después de la Cirugía

La cirugía de amígdalas es un procedimiento seguro y bastante simple. Sin embargo, existen algunos riesgos generales, como en cualquier operación realizada bajo anestesia. Estos se pueden enumerar como hinchazón, infección y sangrado. Existe una posibilidad muy rara de que algunos pacientes tengan una reacción alérgica a la anestesia, pero el riesgo es muy bajo.

Los pacientes son dados de alta al día siguiente después de permanecer en el hospital durante 24 horas para evitar el riesgo de dificultades respiratorias y de sangrado. Este período se mantiene más largo para los niños menores de tres años para no renunciar a la precaución.

La queja más común en los pacientes durante el período de recuperación es el dolor de garganta. En pacientes que experimentan dolor intenso, el control del dolor se brindará a través de analgésicos. Les será asimismo necesario descansar durante una semana después de la cirugía y deberán consultar a su médico de inmediato si encuentran alguna anomalía. Podrán experimentar ronquidos y congestión nasales en las primeras semanas, aunque la mayoría de los pacientes se recuperan completamente a los diez días.

FAQ

 

Es normal que los niños sientan dolor de garganta durante un tiempo después de la cirugía de amígdalas. En este proceso es importante consumir alimentos suaves y tibios, como leche, pasta, arroz, bananas o puré.

 

No. Contrario a lo que normalmente conocemos, la amigdalectomía no es dañina. Las personas con amígdalas grandes tienen problemas para comer, tragar o hablar.

 

Dado que la cirugía de amígdalas se suele realizar en la infancia, es normal experimentar cierta sensibilidad y dolor leve a moderado durante un determinado tiempo. Esta situación no dura mucho y el dolor desaparece por completo al cabo de unos diez días.