Adenoidectomía

El tejido adenoide es un tejido situado en la parte posterior de la nariz y pertenece al sistema de defensa del organismo, como las amígdalas. Especialmente en niños de tres a siete años, el crecimiento excesivo provoca congestión nasal, ronquidos y apnea del sueño.

El cuerpo humano lucha contra los microbios gracias a los tejidos llamados linfoides ubicados detrás de la boca y la nariz. Uno de estos tejidos, ubicado detrás de la nariz, se llama adenoides. Los tejidos linfoides desarrollan el sistema inmunológico al reconocer microorganismos y bacterias que ingresan al cuerpo y producen anticuerpos contra ellos a lo largo del tiempo. La adenoide comienza a encogerse de modo gradual después de crecer hasta los cinco años en niños y por lo general alcanza el tamaño que debería tener un adulto a la edad de 10-11 años.

El tejido adenoide puede dilatarse en determinados casos como infecciones o alergias. Las adenoides demasiado grandes no solo impiden que el niño duerma de manera saludable y cómoda, sino que también causan frecuentes ataques de sinusitis e inflamación del oído medio. En este caso, se requiere intervención quirúrgica.

FAQ

La cirugía de adenoides es la solución definitiva en los casos siguientes:

  • Adenoides que causan congestión nasal crónica,
  • Sinusitis crónica o recurrente,
  • Infección adenoide crónica o recurrente,
  • Otitis media crónica o recurrente,
  • Acumulación de líquido en el oído medio,
  • Y ante ciertas afecciones como asma y alergias respiratorias que no responden al tratamiento médico.

La operación de adenoidectomía se realiza bajo anestesia general. El procedimiento se considera una operación simple y toma alrededor de 20-30 minutos. En la operación se podrán utilizar diversas técnicas como adenotomo, curetaje, electrocauterio, microdebridador y láser. En el método clásico, se raspa la adenoides.

Después de la operación, se les da de alta a los pacientes el mismo día, siempre que no se presenten complicaciones graves. Sin embargo, los pacientes con riesgo de sangrado se mantienen bajo vigilancia en el hospital durante unos días más. Los pacientes deben comenzar a consumir alimentos fríos y blandos después de la cirugía y cambiar por alimentos tibios y sólidos cuando el médico lo apruebe. Se recomienda que los pacientes descansen durante una semana después de la cirugía.